jueves, 29 de diciembre de 2011

LOS ARCHIVOS HISTÓRICOS COMO FUENTE DE CONOCIMIENTO Y CULTURA



 La historia de la evolución humana ha podido construirse gracias a las salvaguarda  de la información en disímiles soportes a través del tiempo. Los espacios físicos destinados al almacenamiento de los documentos tomaron diferentes nombres en dependencia de las culturas y de las funciones para los cuales fueron creadas. Se le preservaron de diversas maneras y en disímiles lugares con un fin determinado pero sin una concepción preestablecida.

En la era moderna  aparece un lugar destinado a guardar  estos documentos, Los Archivos y una ciencia capaz de regir la organización,  conservación y gestión de los documentos, la Archivística.




Los archivos históricos son los más conocidos dentro del   Sistema Archivístico Institucional (SAI), por su larga  vida al servicio de la investigación y la cultura; constituyen la garantía de la evolución jurídica y administrativa de la sociedad, son la memoria colectiva de una nación, región o localidad; testimonios que evidencian la experiencia humana. Su finalidad es gestionar, atesorar, conservar,  y difundir el patrimonio documental, pueden almacenar documentos históricos recibidos por donación, depósito, transferencia y adquisición. Los usuarios por excelencia de este tipo de archivo son los investigadores interesados en el valor secundario que han adquirido los documentos al final de su ciclo de vida.



La universidad es la encargada de dirigir científicamente la formación de sus educandos teniendo en cuenta la educación, la instrucción y el desarrollo social, para alcanzar altos niveles de calidad y excelencia, en correspondencia con los más caros intereses de esa sociedad.

Actualmente  se proyecta en función del desarrollo cualitativamente superior del futuro profesional, se quiere que sea capaz de desempeñarse en disímiles escenarios y con la capacidad, competencia y responsabilidad necesarias para que contribuya al desarrollo social y cultural de la nación. Los archivos históricos como centros de información en la actualidad tienen una gran significación para la sociedad en general y muy especialmente para los estudiantes universitarios que requieren la información más novedosa y auténtica para su formación competente y completa a la altura de las exigencias sociales de estos tiempos. Aunque es reconocida la importancia que tienen los archivos históricos en el desarrollo político, económico y social dentro de la  sociedad, no siempre se le da el valor que se merece, existiendo poco conocimiento y reconocimiento de estas instituciones por la comunidad en general e incluso en los estudiantes .


Este  trabajo tiene como objetivo dar a conocer la importancia de los archivos históricos  como fuente de conocimiento y cultura  imprescindible para la formación, desde una dimensión  que incluye los aspectos  instructivo, desarrollador  y  educativo, de los estudiantes, asegurando el cumplimiento de la misión de la educación superior en los tiempos actuales. En el desarrollo del trabajo se esclarece el concepto de archivo histórico y se relaciona las funciones que realizan estos centros, argumentando la influencia positiva que ejercen en la formación de los estudiantes.


Desarrollo que se entiende por archivo ha sido un debate ya superado. La literatura especializada ofrece una gama de definiciones del término. Uno de los conceptos más completos lo ofrece Antonia Heredia en su Libro Archivística General Teoría y Práctica, quien los define como: “Uno o más conjuntos de documentos sea cual sea su fecha, su forma y soporte material, acumulados en un proceso natural por una persona o institución pública o privada en el transcurso de su gestión, conservados, respetando aquel orden, para servir como testimonio e información para la persona o institución que los produce, para los ciudadanos o para servir de fuente de historia”.


El diccionario de terminología archivística del Consejo Internacional de Archivos sintetiza los criterios al respecto a través de tres acepciones:


• Conjunto de documentos sean cuales sean su fecha, su forma y su soporte material, producidos o recibidos por toda persona física o moral, y por todo servicios u organismo público o privado, en el ejercicio de su actividad, y son, ya conservados por sus creadores o por sus sucesores para sus propia necesidades, ya transmitidos a la institución de archivos competente en razón de su valor archivístico.


• Institución responsable de la acogida, tratamiento, inventariado, conservación y servicio de los documentos.


• Edificio o parte de edificio donde los documentos son conservados y servidos.


Para los efectos del presente trabajo las autoras  consideran al archivo como el espacio donde se realiza la recepción, conservación y organización de documentos de cualquier naturaleza y en cualquier soporte producidos por personas físicas o jurídicas en el ejercicio de su actividad, con fines administrativos, jurídicos e históricos, ordenados según principios de procedencia.


La literatura ofrece para los diferentes tipos de archivos variadas clasificaciones, sin embargo es válido  aclarar que  los documentos son los mismos desde que se crean en la oficina que los produce hasta su depósito en un archivo histórico, lo que se modifica es el uso que se va a hacer de ellos. 

En esta  investigación la  clasificación más  acertada es la que se ajusta al concepto de ciclo de vida de los documentos, compuestas por:


• Archivos de gestión: están formados por los documentos de uso frecuente o en fase de tramitación. Se utilizan por las propias unidades administrativas que los producen a fin de facilitar la gestión de actividades corrientes. La documentación permanece en esta fase un periodo de cinco años. 



• 
Archivos centrales: se conforman con la documentación que deja de ser utilizada de forma frecuente. Esta fase es de 10 años pero  los archiveros pueden establecer menores plazos en función de muchos factores siempre teniendo en cuenta la finalización de los trámites.



• 
Archivos intermedios: a estos archivos se trasfieren, desde los archivos centrales, la documentación que ha perdido prácticamente en su totalidad el valor de gestión administrativa. Los documentos permanecen en este archivo 15 años más, es decir, hasta alcanzar los 30. Durante esta fase se procede a su valoración, selección y expurgo para conservar los realmente importantes. 


• 
Archivos históricos: son los que conservan la documentación de forma permanente por su valor informativo, histórico y cultural. 


Los archivos históricos constituyen la garantía de la evolución jurídica y administrativa de la sociedad, son la memoria colectiva de una nación, región o localidad; testimonios que evidencian la experiencia humana. Su finalidad es atesorar, salvaguardar y difundir el patrimonio documental. Las transformaciones de la nueva sociedad obligan a un desarrollo integral y armónico de los archivos para poner a disposición de los investigadores este valioso acervo documental.



Los archivos históricos son centros de información  que conjuntamente con las transformaciones y requerimientos de la nueva sociedad cubana perfeccionan sus funciones. Su labor  se ha visto fortalecida y se  ha extendido a toda la población, proyectándose a la comunidad en general y poniendo a disposición de todo el valioso acervo documental que atesora.



Con la aparición del Decreto Ley 221 en el 2001 de los Archivos de la República de Cuba se crea el Sistema Nacional de Archivos y  se establecen las condiciones para el desarrollo e incremento futuro de los Archivos Históricos Provinciales y la adecuada conservación del patrimonio documental del territorio en el cual se encuentran ubicados. A partir de este momento se faculta al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente para proponer, dirigir, controlar la política en materia de archivos; así como coordinar la organización y el funcionamiento de este sistema.

 A pesar de la sabida importancia que tienen los archivos históricos en el desarrollo político, económico y social dentro de la  sociedad, a veces resulta como una institución totalmente desconocida y poco reconocida entre el público en general.  


Como en cualquier otra profesión, la archivística  tiene responsabilidades  que les dictan las leyes y la ética. El respeto a la vida privada del ciudadano, el secreto profesional y el respeto a la confidencialidad sea personal o administrativa es algo que debe cumplirse cabalmente, como él médico hace valer su confidencialidad con el paciente, es la ética profesional lo que lleva al archivista a mejorar las técnicas, de manera que el conjunto del trabajo archivístico sea más útil a su institución, y por consiguiente a la sociedad en general.  Es también en esta categoría donde entra la preocupación por hacer los archivos accesibles a los estudiantes universitarios, investigadores y comunidad en general.



Los archivos históricos les brindan a los estudiantes universitarios una cultura que le incentiva el interés por la historia, la cultura y la sociedad, desarrollando en ellos valores. Desarrollar la cultura es una condición indispensable de la universidad moderna y una de sus  diferencias  esenciales con la de etapas  anteriores.   Desde la perspectiva de la misión de la universidad, preservar la  cultura es, ante todo, garantizar la transferencia  del  acervo cultural de  la humanidad de una generación a otra, de ahí que el vínculo de los estudiantes universitarios con los archivos históricos sea una necesidad actual, por toda la fuente de conocimiento y cultura  que les aporta.

El archivo histórico ha diversificado gradualmente sus actividades de servicio a la investigación académica y ha comenzado a desarrollar tareas cada vez más relacionada con la educación, la cultura, la protección del patrimonio documental y la promoción cultural hacia la comunidad, adaptando sus servicios a las exigencias de los tiempos actuales.


Esta diversidad de actividades definen las funciones de los archivos históricos, en la literatura se reflejan por diferentes autores, a criterio de las autoras del trabajo.


1. Recepción y organización de las transferencias de fondos procedentes de los archivos intermedios mediante la creación y mantenimiento del correspondiente registro general de entrada de fondos y la elaboración de los oportunos instrumentos descriptivos dentro de lo que se ha dado en llamar “la función de control de los fondos” y que incluye: la planificación, ejecución y seguimiento de las actividades relacionadas con los registros de entrada y salida de documentos, la identificación de la estructura de los fondos y su valoración y la tramitación de certificaciones y consultas.


2. Planificación descriptiva y elaboración de los instrumentos descriptivos de sus fondos bajo los parámetros de la normalización descriptiva y la prioridad y oportunidad de los instrumentos descriptivos a elaborar de acuerdo con las características de los fondos conservados y de la demanda externa del archivo.


3. Recepción, organización, conservación y servicio históricos no institucionales, es decir, de fuera del sistema archivístico institucional al que pertenece el archivo histórico, ingresados bajo diferentes fórmulas: cesión en depósito, donación, adquisición, exposición, etc.. con la elaboración del correspondiente registro general.


4. Gestión de las salidas temporales o definitivas de fondos y documentos y su control mediante el correspondiente registro general de salida y el oportuno expediente.


5. Desarrollar iniciativas encaminadas al fomento de la protección y la conservación del patrimonio documental en el ámbito territorial de sus competencias.


6. Planificar, organizar y gestionar los servicios de información, consulta y referencia, tanto internos- al personal y órganos de su propio sistema archivístico- como externos: ciudadanos en general, investigadores, alumnos de los diferentes niveles del ciclo educativo, entidades que desarrollan actividades culturales, etc.


7. Planificar, organizar y gestionar las actividades relacionadas con el fomento de la acción cultural del archivo y las relaciones con la divulgación y difusión de sus fondos: medios de comunicación, publicaciones, difusión, exposiciones, programas educativos, proyectos culturales, convenios con otras instituciones culturales, programas de apoyo y fomento a la investigación histórica, etc.


8. Elaborar y proponer el marco normativo archivístico desde el ámbito de sus competencias al organismo o instituciones correspondiente, especialmente en materia de patrimonio documental y fondos históricos.


9. Establecer líneas de cooperación con el resto de los archivos que constituyen el sistema archivístico en el que se halle integrado y, especialmente, con los archivos intermedios de los que recibe fondos. Esta cooperación debe hacerse extensiva al organismo u organismos administrativos creados para gestionar y aprobar medidas de valoración y selección de documentos en el ámbito institucional del archivo histórico.


10. Establecer todas las medidas necesarias para la correcta conservación de sus fondos, en especial las relacionadas con las condiciones ambientales y físicas de dicha conservación, las relacionadas con la utilización de soportes alternativos que permitan la preservación de los originales conservados y las relacionadas con los riesgos de acceso y uso y entrada y salida de documentos de los depósitos, así como adoptar todas las medidas que considere necesarias para asegurar dicha conservación.


11. Planificar y gestionar adecuadamente el crecimiento espacial de sus fondos y de sus depósitos con el fin de prever e informar con antelación suficiente de las necesidades espaciales y de crecimiento del archivo.


12. Mantener un elevado nivel de eficiencia y eficacia en la organización y gestión de sus fondos mediante la implantación y aplicación de nuevas tecnologías en los procesos de organización y servicio de sus fondos, manteniendo una permanente mejora de los procesos de trabajo.


13. Establecer todas las medidas necesarias de control y evaluación de la gestión de los recursos asignados y servicios prestados mediante la aplicación de las técnicas estadísticas, la fijación de objetivos y la elaboración de informes y memorias de gestión generales y por programas y/o proyectos.


14. Mantener un elevado nivel de relación institucional con el resto de organismos e instituciones de carácter cultural, científico y social que actúan en su ámbito de competencia con el fin de definir y fomentar el espacio institucional que como archivo histórico le corresponde en el ámbito social, cultural y científico de su comunidad.


15. Proponer iniciativas o colaborar en los proyectos de elaboración de sistemas o programas de información de fuentes documentales para la investigación histórica o programas de información histórica que se le propongan en el ámbito de sus competencias a nivel local, regional, nacional o internacional.


16. Organizar y gestionar la administración del archivo en las diversas facetas de ejecución presupuestaria, gestión de recursos humanos, formación y adiestramiento del personal, contabilidad, correspondencia, mantenimiento de instalaciones, etc.


17. Planificar y desarrollar sistemas de calidad, información y propiedad intelectual que permitan mejorar todos los procesos y operaciones del archivo de forma integral y evolutiva atendiendo especialmente a los resultados en la calidad de los servicios.


Los archivos históricos  son centros de información que tienen características comunes a otras instituciones como bibliotecas, centros de documentación, museos, entre otros,  pero realizan funciones específicas que los diferencian del resto. Los centros de información tienen como función social guardar la memoria de los hechos y actividades humanas, sus finalidades son fundamentalmente  culturales y científicas, en el caso de los Archivos Históricos son, además,  jurídicas e históricas. En las diferentes instituciones de información, los documentos que  se atesoran instruyen  a los usuarios,   en los Archivos Históricos, además de informar, prueban. 


La universidad como institución social es fruto de una época muy diferente a la actual. En sus orígenes,  las  universidades  se  convirtieron  en  las  instituciones  que  atesoraban  todo  el conocimiento de la sociedad. El desarrollo de las ciencias entonces, posibilitaba tal situación. Hasta la primera mitad  del pasado  siglo  XX, era  posible  afirmar con bastante certeza  que cuando  una  persona  culminaba  sus  estudios  universitarios  estaba  preparada  para  ejercer profesionalmente durante toda su vida. 


En la actualidad no ocurre de ese modo. Ni los conocimientos se atesoran privilegiadamente en la sociedad, ni  es  posible  pensar   en  tener  desempeños  profesionales   exitosos  sin  una  constante actualización. “Educación para todos durante toda la vida” es el objetivo supremo asumido por la UNESCO para caracterizar la nueva cualidad que debe estar presente en la educación en la época  actual. 


La universidad cubana actual se proyecta para el logro de este objetivo, teniendo como  misión la de “Preservar, desarrollar y promover, a través de sus procesos sustantivos y en estrecho vínculo con la sociedad, la cultura de la humanidad”. (Horruitiner).  Desde la perspectiva de la misión de la universidad, preservar la  cultura es, ante todo, garantizar la transferencia  del el acervo cultural de  la humanidad de una generación a otra. Cuando en una universidad cualquiera, en una clase, un profesor y sus estudiantes desarrollan de conjunto el proceso de formación, más allá de ese hecho meramente fenomenológico y casual de un determinado profesor y un cierto número de estudiantes, hay una relación esencial de carácter generacional. La generación portadora del conocimiento, representada en este ejemplo por el profesor, traslada el mensaje cultural a la generación en formación, representada por los estudiantes. Es frecuente, en la literatura actual sobre el tema, restringir la misión de la universidad a este aspecto formativo.


 La  universidad  del  siglo  XXI  no  puede  limitarse  a  esa  función,  aunque  es  de  primordial importancia en el cumplimiento de su misión. Unido a la necesidad de preservar la cultura se requiere  un  trabajo  orgánico  de  las  universidades,  para  desarrollarla  desde  sus  procesos sustantivos. Desarrollar la cultura es una condición indispensable de la universidad moderna y una de sus  diferencias  esenciales con la de etapas  anteriores. El modo  más integral de desarrollar la cultura es la investigación científica, por eso a la universidad moderna le es igualmente  consustancial  el  quehacer  investigativo.  Vistas  las  cosas  de  ese  modo,  las universidades, a la vez de formar a las nuevas generaciones, son instituciones de investigación.
Pero la misión de una universidad de este  siglo no está completa con esos  dos aspectos. Además de preservarla y desarrollarla, corresponde a la universidad promover la cultura en su entorno, llevarla a toda la sociedad. Las universidades, por su propia esencia, son promotoras de la cultura en el más amplio sentido de la palabra. No sólo las manifestaciones artísticas, sino toda la cultura atesorada por la institución, incluyendo de un modo esencial la cultura de cada una de las profesiones.

Así por ejemplo, en la formación hay un proceso evidente de preservación de la cultura. Unido a ello, está igualmente presente  el desarrollo de la  cultura, ya que sin investigación no hay formación  real  posible.  De  igual  modo,  la  verdadera  formación  supone  además,  que  el profesional sea un promotor de la cultura de su profesión. La extensión universitaria es también consustancial al proceso  de formación desarrollado en las universidades, sin lo cual no es posible lograr ese objetivo.
Similares  razonamientos  pueden  hacerse  para  la  investigación  y  para  la  extensión.  La integración dialéctica de los tres procesos sustantivos antes mencionados constituye la garantía del cumplimiento de la misión de la universidad  actual, planteada del modo en que se  hizo anteriormente. “La formación, la investigación y la extensión universitaria son procesos sustantivos de la universidad, indisolublemente ligados entre sí, y que en su integración aseguran el cumplimiento de la misión de la educación superior en la época actual. ”. (Horruitiner).
La universidad cubana actual es una universidad científica, tecnológica y humanista. Esas tres cualidades la caracterizan esencialmente. El desarrollo de una vida cultural activa, la participación sistemática de estudiantes y profesores en proyectos sociales comunitarios y en general, el vínculo de la universidad con programas sociales de envergadura, fortalecen esa labor y propician un clima favorable para el logro de tales objetivos.

La universidad cubana de estos tiempos prepara a sus estudiantes para brindar a la sociedad un profesional formado de manera íntegra, profesionalmente competente, con preparación científica para aceptar los retos de la sociedad moderna y con un amplio desarrollo humanístico para vivir en la sociedad de está época y servirla con sencillez y modestia, con los valores como pilar fundamental de su formación. Los archivos históricos posibilitan a los  estudiantes universitarios desarrollar habilidades investigativas, la  capacidad de estudiar con independencia y creatividad, lo que supone un elevado desarrollo en cuanto a gestionar sus propios conocimientos y el desarrollo  de  la  capacidad  de  autoaprendizaje. 

  El personal  que trabaja en los archivos históricos realiza servicios educativos  con los estudiantes universitarios tales como charlas, conversatorios, talleres, conferencias,  ya sea en el centro o en las propias aulas  para  incentivar en ellos el amor por esta  profesión  y para difundir los conocimientos que en esa institución se atesora. La profesión del archivero es un arte de pasión pues potencia en los usuarios el interés por la historia, la cultura y la sociedad de una manera  sencilla, placentera,  amena propiciando en la comunidad el desarrollo de valores  fundamentalmente en los niños y jóvenes y la necesidad de preservar el patrimonio documental de la Nación. 



Los archivos históricos son la evidencia que contienen la organización y funcionamiento del cuerpo gubernamental que los produjo siendo estos  documentos únicos y/o originales, irrepetibles e imperecederos de ahí que sus fondos y colecciones le permita a los estudiantes universitarios ampliar su cultura económica, política, jurídica  y social para el manejo y tratamiento de la información en función del desarrollo de su cultura y conocimientos científicos.


Conclusiones:

Desarrollar la cultura es una condición indispensable de la universidad moderna y una de sus  diferencias  esenciales con la de etapas  anteriores.   Los archivos históricos les brindan a los estudiantes universitarios una cultura que le incentiva el interés por la historia, la cultura y la sociedad, desarrollando en ellos valores.

A pesar de la sabida importancia que tienen los archivos históricos en el desarrollo político, económico y social dentro de la  sociedad y en consecuencia  la importancia que reviste para la formación de los estudiantes universitarios,  a veces resulta como una institución totalmente desconocida y poco reconocida.

LOS 10 CONSEJOS BÁSICOS DE LA INFORMÁTICA

 Nos gusta insistir en el tema de la seguridad de nuestros lectores y de su entorno, por eso preparamos un pequeño informe listando algunas reglas y consejos básicos de seguridad informática para que tu sistema, tu información sensible y tus datos se mantengan libres de infecciones. Desde lo más obvio, hasta lo más complejo, todo dato nuevo o recordatorio sobre cómo protegernos más en un medio tan belicosamente virósico como internet es de gran utilidad. Así que si los pones en práctica, las posibilidades de infección caerán considerablemente.


  • Si bien estos consejos básicos de seguridad informática están dirigidos a un público menos experimentado y usuario de Windows –por ser el  sistema que más se utiliza como iniciador para nuevos usuarios de informática y por ser el más afectado por virus, amenazas y demás-, las reglas pueden tomarse y trasladarse al resto de los sistemas operativos y a cada operación informática que queramos llevar adelante sin poner en riesgo nuestros datos y sistema. Dicho esto, vamos a ver qué es lo que estás haciendo mal para tu seguridad y cómo puedes solucionarlo.

    Cuídate de los adjuntos en tu correo

    Si no lo conoces, no lo abras. Con esa lógica de pensamiento, tendrías que quedarte a salvo durante mucho tiempo ante los correos electrónicos de direcciones extrañas o que tienen archivos adjuntos como .pps, .zip, .exe, etc. Por más que no estés pasando un buen momento, y la invitación a tomar pastillas milagrosas de forma gratuita parezca tentadora ¿vale la pena el riesgo? Lo mismo si el PowerPoint sobre gatitos que te envía tu tía Lita; No vale la pena. Incluso cuando un correo con adjunto que no esperabas te lo envía un conocido, lo mejor es preguntarle mediante cualquier medio si él lo envió para estar un poco más seguros. A nivel software, lo que puede hacer son análisis del correo a través de tu antivirus o aplicación antimalware favorita. Desconfiar, sin llegar a la paranoia, es una buena herramienta para no caer bajo el yugo de las amenazas.

    Actualiza el software de tu sistema periódicamente

     

    Más reciente, más resistente. Esta debería ser una verdad de perogrullo, pues es tan simple como pensar “si yo uso una aplicación que está desactualizada hace 3 meses, llevo 3 meses de vulnerabilidades no resueltas encima”, lo que hará a tu sistema más propenso a recibir malware. La reticencia a actualizar software (incluyendo sistema operativo) se debe a costos, a pereza y también, fundamentalmente, a olvido. Por eso  es bueno contar con algunas aplicaciones que revisan si hay actualizaciones disponibles para el software que tenemos instalado y nos recomiendan su descarga. Actualizar soft no quiere decir que con la nueva versión no puedan venir otros agujeros, pero es menos usual que el caso anterior. Y en el caso de los sistemas operativos, el caso de Windows XP y 7 es ilustrativo por demás.

    Crea mejores contraseñas y cámbialas cada 6 meses

     

    Más dificultad, menos previsibilidad. Los artículos de criptografía o sobre aplicaciones para usarla que escribimos no son para informar, sino también para que los pongas en uso. Un primer y obligado lugar es en tu campo de texto: “introduzca una nueva contraseña”. Es que apelar a la misma contraseña de años para todos los servicios a los que estás suscrito es realmente un riesgo, pues si te descubren una; descubren todo. Así que lo mejor es crear contraseñas por servicio o por género de servicio, además de tener un administrador de contraseñas, olvidarse de “recordar contraseña” en sitios públicos y usar aplicación para crear claves cifradas que ni el más nerd del MIT podría adivinar sin que le tomara toda su vida.

    Usa antivirus y aplicaciones anti-malware

     

    No queremos héroes: usa Antivirus. El antivirus puede costar dinero o no, pero estamos de acuerdo en que utiliza recursos del sistema que te podrían dar algún dolor de cabeza. Pero, sopesando los riesgos, un antivirus activo es siempre más efectivo y seguro que un ordenador sin él. Pues en el segundo caso el sistema depende mucho de tu cuidado, y si algún día fallas, te olvidas o alguien usa tu sistema, adiós. Hay antivirus por doquier y ofrecen diferentes desempeños según coste y según uso de RAM. Escoge el que más te convenga. Lo mismo con las aplicaciones anti-malware, Spybot Search and Destroy y MalwareBytes para mí son el dúo dinámico que viene en rescate ante la señal en el cielo de que han pasado 3 días desde el último análisis.

    Acostumbra a cerrar las sesiones al terminar

     

    Una ventana de entrada, es también una ventana de salida. El humano es curioso por naturaleza, y en cuanto ve algo que no es suyo puesto a su disposición, lo más probable es que, al menos por curiosidad, haga uso de ese regalo del devenir. Esto suele pasar en los cibercafés, en las oficinas de trabajo y en todos los sitios donde los ordenadores se comparten entre cientos de personas. Si abres Facebook, Gmail o cualquier otro servicio, acostúmbrate a cerrar la sesión antes de levantarte de la silla para irte. Con esto evitarás entrar en la inmensa tasa de usuarios que pierden datos por dejar abiertas sus sesiones por ahí. Un buen ejercicio para generar el hábito es hacerlo en tu casa también, cada vez que te levantes del ordenador; cierra la sesión.

    Evita operaciones privadas en redes abiertas y públicas

     

    Compartir la conexión, pero no los datos. Uno de los asuntos más complicados para muchos turistas es encontrarse de vacaciones y tener que realizar movimientos bancarios desde la red abierta de su hotel o desde algunas de las redes abiertas del lugar. Esto significa comodidad, pero también posibilidades para que el sniffing cobre forma y nos asalten las cuentas bancarias, sociales, de correo, etc. en un abrir y cerrar de ojos. Para evitar esto habría que evitar conectarse, y eso es como decirte que cortes la luz de tu hogar para que nunca te electrocutes. Por eso lo mejor es usar medios alternativos como servidores VPN o, más accesibles, extensiones como Blacksheep, acceder sólo a sitios con protocolo HTTPS y tener el firewall al máximo de atención.

    Activa el Firewall de tu sistema

     

    La Gran Muralla China no se construyó para decoración. Esta frase debería ser una invitación a que nos cuidemos más  sin poner tantos caprichos a la hora de ser un poco cercenados en nuestra comodidad. Un Firewall o cortafuegos puede ser configurado totalmente para que la molestia de su presencia te resulte reconfortante a nivel protección, ya que puedes modificar el sistema de prioridades, agregar excepciones y, si estás en Windows, utilizar aplicaciones alternativas que te den más posibilidades aún.  

    Evita software con recurrentes asociaciones a afecciones

     

    CanciónMuyLinda.exe no es un MP3: Debido a la cantidad de estafas que existen en relación a los servicios web, aplicaciones y lo que se les ocurra, tener una idea clara de qué programas no contribuyen a que tu ordenador sea un refugio de virus y malware, es un tanto complejo. Por eso proponemos una vuelta a los clásicos y a sus alternativas. Pero como no se puede dejar de lado la innovación es bueno que tengas como referencia algún sitio web que te limpie las dudas sobre la legitimidad de un software, pues mientras que muchos programas prometen eliminar malware, son ellos mismos quienes son reportados como infecciones, además de contaminar tu sistema para poder venderte la solución. En Descargas y en Neoteo revisamos el software y te avisamos ante algún caso, pero cuando te descargas cracks, keygen, p2p obsoletos, revisores de malware extraños y aplicaciones extranjeras de baja fiabilidad, no hay nada que podamos hacer. 

    Desconéctate de internet cuando no la necesites

     

    Menor grado de exposición, menor tasa de infección: Hay excepciones por montones, pero la mayor cantidad de infecciones se dan cuando los ordenadores están conectados a la red, pues los spywares y malware realizan sus acciones comunicándose con servidores o remitiendo información utilizando puertos abiertos en tu conexión.  Por lo que si quieres bajar la tasa de posibilidades de infección y utilizas el ordenador mucho tiempo sin necesidad de una conexión a la red (juegos, diseño, escritura, etc) o si te vas a ir a dormir o si directamente vas a estar ausente, desconectando internet te evitas que algo pase en tu sistema sin apagar el ordenador. Simple, pero 100% efectivo.

    Realiza copias de seguridad

     


     

    Más vale prevenir que curar:  En el caso de darse una situación donde pierdes datos por falta de políticas de seguridad en tu ordenador, por no llevar a cabo algo de todo lo que hemos contado arriba, la situación más común es la desesperación. Pero si serán importantes los backups o copias de seguridad, que cuando todos estarían inundándose en llanto, quien hizo la tarea y respaldó sus datos se lo tomará como una experiencia más. No hay VNP, antivirus, paranoia que le gane a la seguridad que brinda la existencia de los datos en otro disco o servicios en la nube. En cuanto a software, hicimos una recomendación de 6 aplicaciones para respaldar tus datos, escoge la que más te guste y siéntete tranquilo haciendo un Backup cada cierto periodo de tiempo. También puedes respaldar tu correo u otros servicios sociales.

    Educa a quienes comparten el ordenador contigo

     

    Cuantos más sepan, menos se equivocan: Este punto, el que considero el más importante, tiene por objetivo dejar en claro que si bien puedes ser un paranoico de la seguridad del ordenador, cuando a este lo tenga en sus manos un inexperto, pocos de tus recursos cumplirán su función y el ordenador tendrá muchas posibilidades de infectarse. Para evitar esto, sobre todo para los que tienen un ordenador familiar o lo comparten en su trabajo, lo mejor es educar a quienes tengan contacto con ordenadores en general. Tanto los que comparten el tuyo como con tu entorno. Enseñándoles este artículo, contándoles tu propia experiencia, recomendándole software de seguridad e instruyéndolos en el arte de estar atento a la peligrosidad que existe cada vez que conectamos el cable de red al ordenador.

    Esperamos que estos consejos básicos sobre seguridad informática

    Le hayan sido de utilidad tanto al usuario inexperto como para aquél avanzado que siempre necesita el refresco de lo que es conveniente y no realiza por pura pereza o falta de voluntad. Cuidar nuestros sistemas es una obligación que los usuarios tenemos que asumir cuando los creadores del software o del sistema operativo han cometido errores, por lo que en última instancia la seguridad depende de nosotros.